Antipornograffiti

Antipornograffiti. Jesús H. González de León.

Si caminas por la ancestral calle de Victoria te puedes encontrar con innumerables sorpresas. Una de ellas que resulta agradable, es uno de los llamados graffiti o texto pintado en una pared. Este no es un graffiti común, repite el mismo mensaje en 3 paredes diferentes que están cerca de la oficina de correos, tiene una causa a seguir y dice textualmente: “No pornografía.” Quien lo haya hecho tuvo el valor de plasmar en un espacio, que quizás era el único con el que contaba, lo que da la impresión de ser el grito de un loco, que suena hueco en el desierto de la sociedad sorda, una posición en contra de lo que ya se da como lo mas común y normal. En esta época en que resulta difícil escapar al ataque de las imágenes con las que prácticamente se topa uno sin necesidad de buscarlas ya que por todos los medios se nos bombardea: revistas, videocasetes, cine, Internet o dvd. Una mentira repetida mil veces no hace verdad En las películas rara vez se muestran algunos esposos teniendo relaciones sexuales. Pero quien pudo haber escrito ese mensaje y porque? Quizás fue una madre de familia recibe la noticia de que su hija soltera esta embarazada y no precisamente de su novio, cuando le pide explicaciones la muchacha dice, “es que en las películas se veía tan normal.” O pudo haber sido un padre de familia que descubrió a su hijo Pedrito de 10 años “navegando” por Internet, viendo imágenes pornográficas y enojado después de reprenderlo va y pinta el mensaje para advertir a otros padres de familia. La esposa que se decepciona cuando descubre a su marido viendo pornografía, algún ciudadano que quizás ya estaba harto de que lo bombardeen, o el señor que se da cuenta que su hija sale en un video porno. Lo cierto es que todavía no se vislumbra el alcance de los efectos de la pornografía, no se sabe cuantos divorcios se le deben, ni cuantos embarazos no deseados, ni cuantas horas productivas perdidas en satisfacer el morbo. Lo que empieza como curiosidad puede conducir a llevarlo a la practica. La pornografía degrada la dignidad del hombre y de la mujer, rebajándolos a la calidad de meros objetos de placer, promueve las relaciones sexuales indiscriminadas, ocasionando enfermedades de transmisión sexual. La pornografía es vista por niños, adultos hombres y mujeres, casados o solteros. Según los que la exhiben, si eres adulto ya estas autorizado para verla, y de paso dar mal ejemplo a los niños. Desde que Adán y Eva se dieron cuenta de que andaban en cueros y sintieron vergüenza, tuvieron pudor y se taparon, desde entonces no es normal andar encuerado y si fuera normal todos andarían en la calles sin ropa, sobretodo en el verano. En nuestro país, así como en el mundo, millones de niños y niñas son explotados, obligados a prostituirse y exhibidos. Vidas destruidas a tan corta edad, son dignas de lastima. En una encuesta aplicada a mexicanos, acerca de la función principal del sexo el 40% de las mujeres y los hombres contestaron que era una diversión o placer. El 54% de los Norteamericanos opinaron lo mismo. La pornografía contribuye en gran medida a que se nos olvide cual es la función primaria del sexo, procrear hijos. Es un medio, no un fin. El termino hacer el amor desprestigia a la palabra amor, son dos acciones diferentes. Creo que si por algo vale todavía nuestro país es por los valores y tradiciones que todavía quedan, pero que estamos destruyendo a pasos agigantados, imitando lo peorcito de la cultura norteamericana, así que no nos sorprenda que en unos pocos años lleguemos a los extremos de Holanda u otros países en que ya ni gente tienen porque el sexo es solo una diversión y “´¿Quien dijo que para tener niños? Para eso están la fertilización en vitro o la clonación” según los países “avanzados”. Mientras tanto nadie hacemos nada y seguimos tan felices y tan contentos en nuestra dulce “realidad” de fantasía. Por eso felicito a quien haya escrito ese anónimo graffiti. jesus50@hotmail.com